Imponente es la atracción del volcán Osorno

Purailla, Purarhue, Prarauque, Peripillan, Choshueco, Hueñauca​ y Guanauca, son algunos de los nombre con los que históricamente se ha conocido al volcán Osorno. Con su clásico faldón verde oscuro y adornado con brazos de nieves eternas, su presencia atrae a los miles de turistas que lo visitan cada año. Mirar su cumbre es algo que hipnotiza, y ascenderlo un una aventura. 

Según la mitología mapuche, un antiguo y poderoso pillán llamado Peripillán quien, por ser un gran espíritu perverso, fue desterrado y lanzado a la tierra, lo que originó este volcán y que es el lugar que habita y está prisionero este semidios. Mientras que para los científicos y expertos el volcán Osorno es un Estratovolcán ubicado en el lado chileno sur de la Cordillera de los Andes, al borde del lago Llanquihue. Atractivo turístico que otorga paisajes de máximos esplendor visual, quizás por ser la puerta de entrada a la Patagonia Chilena, como también por su similitud con el monte Fuji en Japón.

Este volcán debe su actual nombre a que era visible -para los fundadores españoles- desde la cercana ciudad de Osorno. En tiempos coloniales la población nativa le daba distintos nombres, tales como Purailla, Purarhue, Prarauque, Peripillan, Choshueco, Hueñauca​ y Guanauca, siendo estos últimos dos nombres los más comunes a mediados del siglo XVIII​.

Con una altitud de 2.652 metros por sobre el nivel del mar, su imponente rasgo cónico se levanta majestuoso al lado opuesto de la ciudad de Llanquihue y Frutillar, de las que tan sólo las transparentes aguas del lago Llanquihue lo separan. Su inactividad volcánica se prolonga ya por más de un siglo y cuarto.

Es ahí justo enfrente, en medio de la naturaleza que nos brinda el camino que une Puerto Varas con Ensenada, en el kilómetro 27 de la ruta 225, está el Hotel y Cabañas Puerto Pilar; un lugar perfecto para disfrutar de la desconexión de la rutina y la sólo conexión con la naturaleza con agradables días de descanso a orillas del Lago Llanquihue. Cumpliendo siempre los requisitos establecidos en el protocolo Covid-19

En los faldeos del volcán Osorno existen refugios invernales que permiten a los visitantes la práctica del esquí y los deportes blancos. En verano, con el derretimiento de la nieve, reaparecen las fisuras volcánicas que hacen del excursionismo un deporte extremo, se deben tomar en cuenta todas las condiciones necesarias para la práctica de esta disciplina.

El volcán Osorno está ubicado a unos 60 kilómetros de Puerto Varas, por la ruta 225, Camino Ensenada. Su altura le permite ser visto desde toda la provincia de Osorno, hasta incluso en algunos lugares de la isla Grande de Chiloé, con lo cual se constituye en una postal imponente y típica del paisaje de la región. Con su clásico verde oscuro negruzco y adornado con brazos de nieves eternas, su presencia atrae a los miles de turistas que lo visitan cada año. Mirar su cumbre es algo que hipnotiza y hacia allá van las distintas excursiones que intentan ascenderlo.

Se puede acceder a él desde Puerto Klocker, Ensenada y Petrohué. Los ascensos duran aproximadamente 6 horas y en la mayoría de los casos se arman grupos a cargo de un guía local para iniciar los ascensos. Se debe llevar siempre ropas térmicas, anteojos de sol, cremas protectoras, agua y, por supuesto, calzado cómodo para poder subir, además de repelente para los tábanos.

Según la mitología mapuche, un antiguo y poderoso pillán llamado Peripillán (quien por ser un gran espíritu perverso, fue desterrado y lanzado a la tierra, dando origen a este volcán) habita y está prisionero en el volcán Osorno.

La furia de este volcán igualmente está expresada en la leyenda de “Licarayén”, sobre cómo se formó el lago Llanquihue.

Para disfrutar del centro de Ski y Montaña con la mejor vista de Chile.

Visita su sitio web: https://www.volcanosorno.com 

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